UPDATES

lunes, 7 de diciembre de 2009

CURSO VIRTUAL DE MEDICINA LEGAL




Inicio: Domingo 27 de Diciembre del 2009
Final: Domingo 14 de Febrero del 2010


FUNDAMENTACION

La asignatura de Medicina Legal brinda información académica practica de temas relacionados con la medicina y ciencias afines, con la finalidad que los alumnos obtengan conocimientos científicos y biológicos aplicables al estudio de las ciencias forenses.

COMPETENCIA GENERAL

• Explica y delimita los alcances de la Medicina y las ciencias afines aplicadas a la investigación del Delito
• Aplica la terminología medica en el análisis de casos
• Reconoce y determina los mecanismos de producción de los diferentes tipos de muerte, así como el agente que los provoco y causo.

CLASE Nº 01 Medicina Legal, Historia y definiciones
CLASE Nº 02 Medicina Legal Criminalistica
CLASE Nº 03 Tanatología Forense
CLASE Nº 04 Necropsia Medico Legal
CLASE Nº 05 Traumatología Forense
CLASE Nº 06 Sexología Forense
CLASE Nº 07 Toxicología Forense
CLASE Nº 08 Negligencias Medicas

Inversion:
Nacionales (Estudiantes S/.60.00 Profesionales S/, 120.00)
Extranjeros (Estudiantes $20.00 Profesionales $ 40.00)

Informes e inscripciones:

PAIS PERÚ: (Inscripciones para Bolivia y Ecuador)
E.mail: cchavez@institutoforense.com
institutoforense@hotmail.com
http://mente-criminal.blogspot.com
Teléfono: (511) 4014084
(511) 991435643

Deposito en la Cuenta 04019931051
Banco de la Nación
a nombre de (Cesar Chávez Martínez)

PAIS CHILE: (Inscripciones para Chile)
E.mail: institutoforense@hotmail.com
http://forensescriminalisticos.blogspot.com
Telefonos: (560) 512-67490
Movil: (569) 8855-1810

Deposito en la Cuenta Rut
del Banco Estado 16463569-4
a nombre de (José Duarte Ulloa)

PAIS ARGENTINA: (Inscripciones para Argentina)
E.mail: fundacionmedicajuridica@hotmail.com
http://www.fundacionmericajuri.org.ar

PAIS PARAGUAY: (Inscripciones para Paraguay)
E.mail: iifparaguay@hotmail.com
http://odonfo.blogspot.com

Deposito en la Cuenta Sudameris Bank
601637 2101669209 5 a nombre de (Joyce I. Roca Hahn)

PAIS MEXICO: (Resto del Mundo)
E.mail: info@institutoforense.com
http://www.institutoforense.com/ventas
Teléfonos: (52) 81 - 14081528
Móvil: (8111-653-536

Deposito en la Cuenta 6261811410
del Banco HSBC
(A nombre de Gerardo Pérez García)

MAS INFORMACIONES:
http://mente-criminal.blogspot.com/

domingo, 6 de diciembre de 2009

Caso Isabella: La historia del asesinato de una niña que conmueve a Brasil




El 29 de marzo de 2008 fue encontrada muerta la menor de cinco años luego de haber sido estrangulada y lanzada desde un sexto piso. La investigación apunta al padre y a la madastra, quienes permanecen detenidos a la espera del cierre de la investigación.


SAO PAULO, abril 26.- El dramático asesinato de una niña que fue estrangulada y lanzada por la ventana desde un sexto piso ha estremecido a Brasil. Se trata de Isabella de Oliveira Nardoni, de cinco años, quien fue encontrada muerta el pasado 29 de marzo afuera del edificio de su padre.

El crimen ha generado tal revuelo, que los medios cariocas lo han llegado a comparar el crimen con el caso Madeleine, la niña británica que desapareció de un resort en Portugal. Y es que las coincidencias saltan a la luz: Los principales sospechosos del asesinato son los padres de la pequeña, son parte de una acomodada familia y encontraron restos de sangre en el auto familiar.

Las extrañas circunstancias del crimen han acrecentado el interés de los medios y la población. La niña vivía con su madre y cada 15 días visitaba a su papá. En el cuarto que éste tenía para ella, la protección de la ventana fue cortada para lanzarla, pero además, la policía encontró rastros de sangre en una prenda recién lavada y vecinos dijeron haber escuchado gritos de la pequeña durante la noche del crimen.

Las pericias al cuerpo determinaron que no murió producto de la asfixia, sino que agonizó cerca de 30 minutos mientras los servicios de urgencia trataban de reanimarla.

La atención del denominado “Caso Isabella” está puesta en los padres de la menor Alexandre Nardoni, de 29 años, y en su madrastra, Anna Carolina Jatoba, de 24 años. Ésta última participaron de la reconstitución de escena, en la que también estaban el padre y la hermana de Nardoni, dos vecinos, el conserje del edificio, el personal de rescate y de la policía.


Y es tanto el interés mediático que se ha desatado, que se han debido tomar precauciones especiales para asegurar el normal desarrollo de la diligencias, que incluso el espacio aéreo del sitio del suceso permanecerá cerrado para que no puedan acercarse los helicópteros de las cadenas televisivas.

El padre ha sostenido que la noche del crimen dejó a Isabella en la cama antes de bajar al estacionamiento del edificio para ayudar a su esposa y a sus otros dos hijos. Al regresar notó que la niña había desaparecido. Su tesis es que un ladrón entró en el departamento y la arrojó por la ventana, sin embargo, el portero afirmó que nadie entró al edificio, no se perpetró ningún robo, la policía dijo que la puerta no fue forzada y vecinos aseguraron haber escuchado gritar a la niña “¡Detente papá!”.

El viernes pasado, la niña habría cumplido seis años. Ese mismo día, el padre y la madrastra declararon por largas horas ante la fiscalía, mientras en la calle cientos de personas se agolparon para increpar a la pareja y gritarles “asesinos”.

Tras las diligencias, ambos fueron detenidos y declarados sospechosos del asesinato. Nardoni se defendió afirmando que “nunca le había puesto un dedo a su hija”, mientras que la madrastra insistía en su inocencia.

Las manifestaciones de repudio por el crimen de Isabella no se han detenido. Este lunes una protesta en la casa de los padres de la madrastra terminó con tres detenidos y miles de personas participaron en una misa al aire libre en memoria de la menor.

En el transcurso de la investigación también declararon el abuelo y una tía de la niña, Antonio y Cristiane Nardoni. Ambos son abogados y versiones de prensa sostienen que son cómplices del crimen y sabrían con anterioridad las intenciones de asesinarla.

Se han realizado dias despúes la reconstitución del crimen aislando 20km de radio desde el departamento donde la pequeña fue asesinada. Para este hecho utilizaron un manequí del tamanho y peso de la niña y ataron los pulsos de la muñeca para poder sujetarla bien y descubrir si realmente fue de esa manera que arrojaron a la pequeña. También verificaron si las manchas de sangre de la pared del edificio coincidian con las manos de la niña y la conclusión fué que realmente la madrastra y el padre realmente fueron los culpables aunque ambos no admiten la culpa, siguen admitiendo de que alguien hizo esa barbaridad, ambos se declaran inocentes.


La madrastra habia golpeado a Isabela dentro del auto al llegar al departamento, en la cabeza con su anillo que coincidió exactamente en los examenes periciales; la niña se desmayó y sangraba mucho asi que la pareja decidieron armar una coartada. Mientras la madrastra permanecia en el vehiculo en el estacionamiento del departamento con su hijo, el padre de esta la llevaba con un trapo en la cabeza. Luego la madrastra un tiempo despues se sube al departamento donde la pequeña reaccionaba, el padre le arrojó contra un sofa y la madrastra la estrangulaba.

Nuevamente inconciente Isabela, la pareja desesperada crearon su historia, el padre corto las redes de protección de la ventana del departamento con unas tijeras y luego cargo la niña donde la tiró por la ventana.

Después solo crearon la encenación de que había entrado un bandido en la casa. No había indicios de robo, asi que obviamente concluyeron un asesinato cruel e impedioso contra una pobre niña indefensa y llena de vida.

El motivo del asesinato según los investigadores era "celos" de la madrastra por parte de la ex mujer de Allexandre Nardoni.

Isabela era muy querida por todos, el Brasil entero quedó chocado con tal brutalidad y acompañaron paso a paso todas las investigaciones, quien sabe la investigación más increiblemente realizada en el país.

Fuente:
Terra Networks Chile S.A






lunes, 16 de marzo de 2009

Autopsia bucal post-exhumación en víctimas de un desastre masivo

Masacre de la Cárcel de Sabaneta, Maracaibo, Venezuela.

INTRODUCCIÓN
En la sociedad actual, la alta concentración de población en las áreas urbanas así como, las innovaciones tecnológicas con las cuales se han desarrolado medios de transporte de mayor capacidad y alta velocidad, han expuesto a los individuos ante un elevado riesgo de convertirse en víctimas de desastres masivos, tales como, las tragedias aéreas, los choques múltiples de vehículos, los choques de trenes, los grandes naufragios, etc. Además de estas situaciones accidentales, el hombre mismo se constituye en victimario provocando actos de violencia en las cales, los atentados terroristas, los suicidios y asesinatos en masa. De forma inexorable, las catástrofes naturales como huracanes, erupciones volcánicas, inundaciones, terremotos e incendios forestales, también arrojan gran cantidad de víctimas. Todos estos sucesos dejan a los sobrevivientes en condiciones de desamparo, sufrimiento y confusión colectiva, al mismo tiempo que por razones legales, morales, sociales y sentimentales, la comunidad demanda la identificación temprana de las víctimas.
En medio de la conflictividad política, económica y social que caracteriza los países latinoamericanos, la situación carcelaria se constituye en un problema siempre postergado, donde factores como la carencia de recursos económicos, la corrupción administrativa, la arbitrariedad en las detenciones, el retraso en el proceso penal, el hacinamiento y las condiciones ambientales deplorables, acrecientan la inseguridad en los recintos penitenciarios. Es por elo que estos se han convertido en escenarios propicios para la sucesión de ciclos de incidentes violentos graves tales como asesinatos, motines, toma de rehenes, tráfico de drogas y armas, fugas masivas, etc., los cuales han generado un elevado número de víctimas. En medio de este panorama, el 3 de enero de 1994 en la Cárcel Nacional de Sabaneta en Maracaibo, Estado Zulia, Venezuela, se desencadenó el suceso de violencia carcelaria que ha producido el mayor número de víctimas en nuestro país. A partir de una disputa por razones de liderazgo y territorio, un grupo de reos provocó un incendio donde falecieron
101 reclusos y se produjo casi un centenar de heridos. El equipo que levó a cabo las labores de identificación estuvo conformado por cinco patólogos, dos antropólogos y dos odontólogos forenses. Sin embargo, este proceso fue obstaculizado por la inexistencia de un archivo confiable de reseñas dactilares, así como de registros dentales en el servicio médico-odontológico que funcionaba en el penal, aunado a la escasa información suministrada por los familiares en relación con posibles odontólogos tratantes de las víctimas, antes de su ingreso al recinto carcelario.
El problema fundamental que se plantea el equipo médico-forense al momento de determinar la identidad de un cadáver, radica generalmente en el deterioro físico y el deficiente estado de conservación de los restos sobre los cuales debe actuar, cobrando así importancia la participación
del odontólogo forense. En consecuencia, este especialista cumple un rol determinante en las labores de identificación médico-legal especialmente cuando se requiere identificar un gran número de víctimas producidas a partir de un desastre masivo, donde el mal estado de conservación de los restos, así como la presencia de cuerpos mutilados, carbonizados y esqueletizados, dificulta considerablemente los procedimientos de identificación.
Ahora bien, existen condiciones que le confieren este importante papel a la Odontología Forense. Dentro de este contexto, encontramos que tanto los dientes naturales como los materiales empleados en la confección de aparatos protésicos y ortodóncicos poseen una alta resistencia ante la acción de agentes físicos y químicos lesivos (fuego, ácidos y bases fuertes, etc.). Además, las estructuras orales y periorales se encuentran protegidas por los tejidos musculares que recubren el macizo facial.
Particularmente, la dentadura presenta características individuales como son el número de dientes presentes y ausentes en las arcadas, tipo de restauraciones y material empleado en elas, anomalías de forma, tamaño y/o posición de los dientes, así como el uso de prótesis y dispositivos ortodóncicos.
Todos estos datos imposibilitan la existencia de dos personas con denticiones iguales.
Generalmente, el procedimiento empleado por la Odontología Forense se basa en la comparación de los datos y registros dentales ante-mortem con los obtenidos post-mortem mediante la autopsia bucal. La historia clínica dental que se leva de rutina en todo consultorio odontológico contempla un odontograma donde el profesional registra mediante símbolos, las piezas dentales presentes y ausentes, así como el número y tipo de restauraciones dentales. Otros datos que se incluyen en este documento son las rehabilitaciones protésicas, así como cualquier otro tipo de tratamiento realizado. Sin embargo, cuando ocurre un desastre masivo estos registros no siempre existen o no están disponibles debido a la falta de un archivo central, por lo que su búsqueda puede resultar un proceso prolongado y frustrante, especialmente cuando las víctimas son civiles.
Ante estas circunstancias y considerando la dificultad que representa el grave deterioro de los restos cadavéricos, los esfuerzos que realizan las autoridades competentes en el proceso de identificación de las víctimas de un desastre masivo pueden resultar infructuosos, siendo frecuentemente elevado el número de cadáveres en los cuales no es posible establecer la identidad, sobre todo cuando no se dispone de tecnologías avanzadas para el análisis de muestras, como ocurre en nuestros países latinoamericanos. Se han reportado casos donde la falta de condiciones ideales para el almacenamiento de los cadáveres y la necesidad de implementar medidas que prevengan un inminente brote epidémico infeccioso debido a la contaminación ambiental, han obligado a proceder con la inhumación de los restos, aunque no se haya logrado la identificación plena de las víctimas. No obstante, si después de la sepultura, los familiares, odontólogos tratantes u otras personas interesadas proporcionan alguna nueva evidencia o información relevante, que una vez confrontada con los halazgos descritos en los informes de las autopsias médicas y odontológicas ofrecen la posibilidad de una identificación positiva, se procede cumplidos los trámites legales y sanitarios, a la realización de la exhumación de los restos y a practicar una nueva autopsia bucal, así como a la valoración de cualquier nuevo halazgo que pueda contribuir a la identificación del cadáver. Es práctica común en estos casos, la realización de una ronda de reconocimiento visual, en la que participen familiares o alegados a la víctima. Es en este momento, cuando cobra importancia la conservación del aspecto facial en el cadáver, la cual depende de factores como la data y causa de la muerte, el avance del proceso de descomposición, el tipo y material empleado en el embalsamamiento de los cadáveres y la metodología utilizada para lograr el acceso a la cavidad bucal, que en conclusión resultan determinantes para el logro del establecimiento de la identidad que se investiga.
En términos generales, el proceso de exhumación de un cadáver tiene entre sus objetivos, aclarar interrogantes en cuanto al origen y circunstancias que rodearon la muerte, así como también establecer la identidad o confirmar una identidad pre-establecida, cuando nuevos elementos aportados por las investigaciones arrojen dudas sobre la veracidad de la misma. En los protocolos de autopsia bucal durante un procedimiento de exhumación, además de los pasos rutinarios han de considerarse variables como el grado de conservación del cadáver y la forma como fueron preservados los restos, debido a la dificultad que puedan generarse en cuanto al manejo de los tejidos.
Con esta segunda autopsia bucal se persigue corroborar los halazgos y las descripciones realizadas en la autopsia bucal previa a la inhumación. Además, el procedimiento permite la confrontación de nuevas evidencias, especialmente las dentales, así como la realización de nuevas rondas de reconocimiento por parte de las personas cuyo estado emocional en el momento inmediato a la tragedia les impidió realizar una observación objetiva de los cadáveres o que, anteriormente no tuvieron la oportunidad de participar en el proceso de identificación del individuo falecido.
En el presente trabajo se reporta la exhumación con fines forenses de cuatro victimas no identificadas provenientes de la Masacre de la Cárcel de Sabaneta, ocurrida el 3 de enero de 1994, en Maracaibo, Venezuela, a las cuales se les había practicado la autopsia bucal antes de su inhumación.

MASACRE DE LA CÁRCEL DE SABANETA.
A D I .
Como parte de las labores de identificación que fueron iniciadas inmediatamente de producirse la Masacre de la Cárcel de Sabaneta, se practicaron tanto la autopsia médico legal como la autopsia bucal a la totalidad de las víctimas que arrojó esta tragedia. Sin embargo, tras ocho días de trabajo ininterrumpido y debido a razones sanitarias que demandaban una pronta salida al problema que generaban el gran número de cuerpos en estado de descomposición, así como la carencia de recursos para lograr su conservación, convirtiendo la morgue temporal (antiguo Instituto Anatómico de la Facultad de Medicina de Universidad del Zulia) en un peligroso foco epidémico, especialmente para el hospital materno y otras instalaciones sanitarias que se encontraban en el campus universitario; se ordenó la sepultura de todos los cuerpos, quedando finalmente, cuarenta y cuatro víctimas sin identificar con sus correspondientes expedientes abiertos.
Después de levar a cabo la sepultura de los cuerpos sin identificar, las instalaciones de la Medicatura Forense de Maracaibo siguieron siendo visitadas por personas, familiares y alegados a las víctimas que figuraban como reos desaparecidos durante la tragedia y que aún no habían sido localizados.
La autopsia bucal fue realizada siguiendo el protocolo de acceso a la cavidad oral propuesto por Fereira y col., para el cual se tomaron todas las acciones que contempla la Odontología Forense moderna numerando y etiquetando los cadáveres en forma visible y ordenada, levando archivos fotográficos de los casos en forma individualizada, tomando registros dentales post-mortem y realizando rondas de reconocimiento visual tanto de los cadáveres como de las vestimentas y otros objetos personales que escaparon a la acción de las lamas y que fueron halados en el lugar del siniestro.
Al octavo día de iniciadas las labores de identificación se concretó la entrega a familiares de las víctimas que habían sido identificadas. Los cadáveres cuya identidad no pudo ser establecida fueron sepultados en una fosa común zonificada y con nichos numerados en el Cementerio Municipal
de Maracaibo. En todos los casos, los restos fueron colocados individualmente en el interior de una bolsa de poliestireno de alta densidad, donde además se incluyó un sobre plástico selado herméticamente que contenía una copia de la etiqueta identificadora, del número de protocolo de autopsia y de los datos más importantes del expediente del cadáver en particular.
X D L C .
Quince días después de haberse dado sepultura a los cuerpos no identificados, el juez de la causa ordenó la exhumación de cuatro cadáveres para dar respuesta a la solicitud presentada por familiares y personas alegadas a las víctimas, que aportaron evidencias tales como informes odontológicos y dispositivos protésicos, que no habían sido consignados durante el proceso previo de identificación. Así mismo, nuevos testimonios y posibles reconocimientos de víctimas a través de archivos fotográficos de los cadáveres, justificaron la realización de actividades de exhumación de cuerpos, como parte de la continuación de las labores forenses.
Para el momento de realizar las exhumaciones se giraron instrucciones con el objeto de convocar en el Camposanto Municipal de Maracaibo al equipo médico-forense, a los mozos de morgue, al tribunal que conoció de la causa, a los representantes del Ministerio Público y de la Dirección de servicios públicos del Ayuntamiento, así como a los familiares de las víctimas y abogados de oficio. Una vez todos reunidos en el sitio del enterramiento se instaló el tribunal, se leyó el acta y se ordenó la exhumación. Se procedió luego, a marcar las coordenadas métricas para ubicar las fosas correspondientes a los cuatro cadáveres que ocupaban nuestro interés, continuando con la excavación hasta lograr el rescate de los cuerpos y acto seguido se comprobó que estos tenían asignados los números de protocolo solicitados, dando inicio a la realización de la autopsia bucal post-exhumación.


CASO Nº 1.
Un grupo de personas planteó que durante la observación de los registros fotográficos de
las víctimas tomados previamente a la autopsia bucal, habían podido reconocer a su familiar desaparecido en la tragedia. Como evidencia importante, consignaron una prótesis parcial removible para el maxilar superior con estructura metálica interna, bases y dientes de acrílico y que según su testimonio, había pertenecido en vida a la víctima.










Cuando se revisó la información contenida en la autopsia bucal, se encontró en los registros dentales que los dientes naturales que se reemplazaban en la prótesis estaban ausentes en el cadáver, asomando la posibilidad de que pudiera existir una relación entre la víctima y el aparato protésico. Fue entonces ordenada la exhumación por la autoridad competente. Durante la autopsia bucal post-exhumación se verificó la coincidencia de los datos obtenidos en la autopsia bucal presepultura y se observó que la prótesis entregada como evidencia podía ser instalada correctamente en la cavidad oral del cadáver. Además, la poca mutilación del rostro del cadáver, así como el buen estado de conservación de los tejidos blandos (Ilustración 1a) permitió la realización de una improvisada ronda de reconocimiento visual donde los familiares confirmaron la identificación dental realizada.
CASO Nº 2.
Otro grupo de personas que no había logrado contactar a su familiar entre los sobrevivientes de la tragedia, acudió a la Medicatura Forense con el fin de ubicarlo dentro de las víctimas sin identificar, pero estas ya habían sido sepultadas. La presencia de una cicatriz alargada y en dirección diagonal sobre la parte anterior de la axila derecha, pudo ser considerada como el dato central a partir del cual encaminar el proceso de identificación. En los registros solo se reseñaba un caso con una lesión ante-mortem ya cicatrizada y con las características de tamaño y posición antes mencionadas, por lo que se ordenó su exhumación. Luego de rescatado el cadáver de la fosa común donde había sido sepultado y una vez comprobada su correspondencia con el número de protocolo de autopsia que nos interesaba para el momento, se procedió a realizar una ronda de reconocimiento. Es importante destacar que los familiares fueron capaces de realizar un reconocimiento rápido y acertado del cuerpo, gracias a la conservación de los contornos y estructuras faciales en razón de la técnica de autopsia bucal empleada. Adicionalmente, se estableció la presencia de la cicatriz anteriormente descrita, la cual fue disecada y preservada para realizar su estudio histológico. Finalmente, se consideró identificado positivamente el cuerpo y se procedió a entregarlo a sus familiares.
CASO Nº 3.
Un tercer cadáver había sido presuntamente identificado por unos familiares a través de los archivos fotográficos que se tomaron en la morgue temporal durante los días siguientes a la tragedia. Se les solicitó, al igual que a todos los alegados a las víctimas, la colaboración en cuanto a suministrar los nombres de los odontólogos tratantes. En este caso el dentista fue localizado y su aporte consistió en un papel común sin membrete, con el nombre del paciente y donde se expresaba:
'Tratamiento realizado: obturación provisional en el 36. Clase I. ZOE'. Así, se trataría de una cavidad talada en la cara oclusal y/o vestibular del primer molar inferior izquierdo, el cual estaría obturado con material provisional. Considerando la insistencia de los familiares, se analizaron los informes contenidos en el expediente respectivo donde no se observó tratamiento dental alguno en el diente 36. Como última posibilidad se pensó que esta restauración podía haber pasado inadvertida durante la autopsia bucal y que, era factible que la identificación pudiera resultar positiva, por lo que se ordenó la exhumación del cuerpo. Una vez recuperado este de la fosa común, se realizó una ronda de identificación por parte de los familiares que previamente lo creían haber identificado a través de las fotografías, generándose en el proceso una serie de discusiones y contradicciones entre los participantes, lo que evidenció que la identificación no sería posible a través de este método, a pesar de que la conservación del cadáver era muy buena y este mantenía su configuración facial, no obstante la acción del fuego y los días de sepultura transcurridos. En cuanto a los registros dentales, éstos coincidieron en su totalidad con los tomados durante la autopsia bucal en los momentos siguientes a la tragedia, no siendo posible ubicar algún tipo de tratamiento dental en el diente 36. Además, se observó y analizó el diente 46 al considerarse la posibilidad remota de estar en presencia de una confusión de hemiarcada, sin encontrar restauración alguna en esta pieza dental. En conclusión, para este caso el cadáver se reportó como no identificado y fue regresado a la fosa común de donde había sido rescatado.

CASO Nº 4.
Se llevó a cabo otra exhumación, ante la solicitud hecha por un grupo de familiares de
un reo, quienes no se encontraban para el momento del siniestro en la misma zona geográfica
donde funcionaba el penal. Por otro lado, debido a la falta de recursos económicos estas perso-
nas solo lograron trasladarse a la ciudad de Maracaibo, cuando ya se había dado sepultura a las
víctimas no identificadas. Sin embargo, les fue permitido el acceso a la observación de los regis-
tros fotográficos, donde creyeron dar por identificado el cadáver de su pariente y, sin presentar
algún otro elemento que lo justificara, el juez ordenó la exhumación del cuerpo. Una vez en el
acto y luego de comprobar la correspondencia del número de protocolo de autopsia así como
de los registros dentales tomados antes del enterramiento con los hallazgos obtenidos durante la
nueva autopsia bucal, se realizaron rondas de reconocimiento las cuales resultaron infructuosas,
no siendo posible lograr una identificación suficientemente confiable. Además, dada la ausencia de elementos sólidos que confirmaran la creencia de las personas interesadas de estar ante el cuerpo de quien en vida fuera su ser querido, se procedió a dar por negativa la identificación, regresando el cadáver a la fosa común de la cual había sido rescatado y que le fue asignada al momento de su enterramiento original.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN:
Un desastre masivo se caracteriza tanto por la elevada mortalidad como por la acción de fuerzas devastadoras que provocan una gran destrucción sobre las víctimas, todo lo cual dificulta las labores de identificación de los restos. Es por ello que, a pesar de los esfuerzos de las autoridades competentes y del equipo medico-legal, es importante el número de cuerpos cuya identidad no es posible establecer. Por lo general, son múltiples las presiones que inciden sobre el equipo forense para lograr la totalidad de las identificaciones, pero esto dependerá en gran medida de los recursos humanos, materiales y tecnológicos de los que se disponga, así como de la colaboración aportada al equipo forense por parte de familiares, odontólogos, médicos e instituciones involucradas.
Para la disposición de estos cadáveres se deben considerar factores como el número de víctimas, el estado de descomposición de los restos, las condiciones climáticas del lugar del desastre y la imposibilidad de prolongar aún más las labores de identificación, debido a razones de salud pública, económicas o ambientales como la falta de espacio físico. Estos elementos conllevan a tomar la decisión de sepultar las victimas sin identificación, para lo cual debe seguirse una correcta planificación que incluya la descripción detallada de los hallazgos médicos, odontológicos, antropológicos y criminalísticos obtenidos en el cadáver, así como, una documentación radiográfica y fotográfica completa. Debe tenerse presente que en los días, meses o años siguientes puede surgir la necesidad de exhumar uno o varios cadáveres, por lo cual los nichos para su sepultura deben prepararse en forma ordenada y documentada. Así, las decisiones deben tomarse y emprender las labores sin dejarse vencer por la prisa y el cansancio, ya que deben quedar establecidas condiciones favorables que permitan la segura recuperación del cadáver, en el caso de que surjan nuevos elementos y pistas conducentes a la identificación y sea
ordenada la exhumación.
Se ha establecido que el empleo de evidencias dentales es el método más útil disponible, especialmente en las víctimas de desastres masivos que involucren la exposición a altas temperaturas. No obstante, algunos autores han venido señalando el inconveniente relativo al difícil acceso a los registros dentales ante-mortem, así como los datos incompletos, las discrepancias y la confusión en la interpretación de los datos en elos contenidos, legando a sugerir el desarrolo de una estandarización que se aplique a nivel mundial a fin de facilitar los trabajos de identificación por parte del odontólogo forense.
En los países del primer mundo así como en algunos países latinoamericanos donde se dispone de métodos sofisticados para la identificación de víctimas que incluyen métodos biológicos como la tecnología del PCR y el perfil de ADN, su aplicación permite en la mayoría de los casos la identificación del total de víctimas de un desastre masivo. Sin embargo, la mayoría de nuestras economías no disponen de recursos que les permitan hacer grandes inversiones dirigidas a la preparación del personal así como, a la adquisición de equipos e instalación de la infraestructura necesaria. Esta situación obliga a los equipos de investigación a dirigir sus esfuerzos al desarrollo de métodos que a bajo coste y con los recursos disponibles, podamos obtener datos que permitan
legar a una identificación confiable.
Por lo general, cuando se obtiene información post-mortem mediante la autopsia bucal, se destruye la configuración facial del cadáver. En trabajos previos, nosotros hemos reportado el valor que tiene la posibilidad de realizar rondas de reconocimiento visual, aún después de realizada la autopsia bucal. En la identificación de los cadáveres de la Masacre de la Cárcel de Sabaneta, se puso de manifiesto que el mantenimiento de la configuración facial de los cuerpos quemados, fue fundamental para el reconocimiento visual de las víctimas que pudieran concretar los familiares y personas relacionadas a elas.
Es por ello que, al momento de la autopsia bucal en los cadáveres quemados, se debe ser cuidadoso en dos aspectos básicos. Por una parte, el manejo inadecuado de las estructuras dentales afectadas por las llamas puede ocasionar su destrucción y la pérdida de su valor como evidencia. Adicionalmente, la configuración facial de estos cadáveres, que ya está muy comprometida, puede aún perderse definitivamente y es en estas situaciones, cuando deben emplearse métodos de abordaje a la cavidad bucal concebidos bajo principios más conservadores de las estructuras faciales.
Durante la Masacre de la Cárcel Nacional de Sabaneta ocurrida el día 3 de enero de 1994 en la ciudad de Maracaibo, Estado Zulia, al noroeste de Venezuela, se produjo un total de 101 decesos dentro de la población reclusa. Un incendio fue provocado durante un motín carcelario, el cual escapó del control de las autoridades competentes, quienes no lograron contener el enfrentamiento entre los reos, desencadenándose entonces el siniestro. Durante las labores de identificación de las víctimas se pudo establecer la identidad de cincuenta y nueve cadáveres, para lo cual fue determinante el uso de evidencias dentales (ausencia de dientes, anormalidades de posición y forma, prótesis fijas anteriores) y no dentales (objetos personales, señas particulares, restos de vestimentas y calzados, reconocimiento visual). Cuarenta y cuatro cuerpos no pudieron ser identificados y una vez transcurrido un lapso de tiempo prudencial y ante la falta de condiciones adecuadas para la conservación de los cadáveres, se procedió a darles sepultura en fosa común para lo cual se prepararon nichos que fueron debidamente identificados.
No obstante, cumplida la fase inicial del proceso de identificación de víctimas, la medicatura forense continuó atendiendo grupos familiares que trataban de ubicar a sus parientes desaparecidos durante el motín-incendio y que no habían sido reportados dentro del grupo de cuerpos identificados. Como consecuencia de lo anterior, se ordenó la exhumación de cuatro cadáveres de los cuales dos de ellos fueron identificados, uno por evidencias dentales y el otro por la presencia de una cicatriz consecuencia de una lesión punzo-cortante en la región axilar derecha. No fue posible identificar los otros dos cuerpos debido a que los daños ocasionados por el fuego y el avanzado estado de descomposición no permitieron un reconocimiento de los cadáveres por parte de familiares y amigos. Es necesario destacar que en todo momento los hallazgos registrados durante la autopsia bucal llevada a cabo durante el proceso de exhumación, coincidieron en su totalidad con los registros dentales asentados en el expediente de la autopsia bucal realizada en los días inmediatamente posteriores a la tragedia y por tanto, previos a la sepultura.
A pesar del efecto del fuego en los tejidos y pese a que, los cadáveres habían permanecido sepultados sin recibir tratamiento preservador en una fosa común durante un período de quince días, la configuración anatómica del rostro de los mismos se mantuvo sin cambios importantes que pudieran ser observados para el momento de su exhumación. Gracias a esta situación, fue posible realizar ruedas dirigidas al reconocimiento visual de los cadáveres que habían sido considerados desaparecidos en la tragedia. Así, la exhumación de los cuerpos resultó útil no solo para corroborar los resultados obtenidos durante las labores iniciales de identificación devíctimas sino también para evaluar mediante una segunda autopsia bucal la correspondencia de aparatos protésicos y los datos contenidos en informes odontológicos suministrados y la implementación de rondas de reconocimiento post-exhumación de los cuerpos.
Nuevamente se puso de manifiesto que la principal limitación para la correcta identificación de víctimas por parte del equipo forense radica en la falta de disponibilidad de los registros dentales ante-mortem. Por último, razones legales, sociales, religiosas y sentimentales nos obligan como grupo forense a emplear todos los recursos disponibles para lograr la identificación de víctimas así como, a proporcionar un adecuado manejo ante dolor y la angustia que padecen los familiares de las víctimas de un desastre masivo.

CONCLUSIONES:
Cuando se sigue una adecuada planificación para la inhumación de las víctimas no identificadas provenientes de un desastre masivo, se disminuyen las limitaciones que debe enfrentar el equipo médico-forense durante las posibles labores de exhumación, con fines de identificación.
Los procedimientos de autopsia bucal deben realizarse siguiendo un método de abordaje a la cavidad bucal que sea lo más conservador posible tanto de la integridad de las estructuras orales como de la configuración facial del cadáver, en particular cuando están quemados y los registros dentales ante-mortem no existen o no están disponibles. Adquiere así importancia el recurso de un reconocimiento visual de la víctima por parte de familiares y allegados, máxime cuando no se tienen al alcance los recursos que brinda la biología molecular a las ciencias forenses. La inconsistencia entre los elementos identificativos aportados por los familiares de las víctimas y los hallazgos post-exhumación en los cadáveres, no permitió establecer la identidad en dos de los casos presentados en este reporte.
Trabajo de:

J.L. Fereira Paz, A. Espina de Fereira,
F. Barrios Ferrer y
O. Espina Rojas
Excelente!!!

martes, 3 de marzo de 2009

Que ocurrio con Ogrish.com ???

Ogrish.com era un conocido shock site (una traducción acercada sería "sitio impactante" el cual presentaba cobertura de noticias sin censura y material multimedia mayormente basado en guerra, accidentes, ejecuciones y crímenes. Mucho del material que contenía es generalmente considerado como desagradable (videos e imágenes gore sin censura). Se describía tal contenido como un desafío al espectador. Actualmente el sitio redirige a liveleak.com, registrado en 2006. El sitio era fuente de gran controversia. Contenía muchos videos y eventos violentos (los más notables son los ataques terroristas), a veces sin el consentimiento de los familiares de la gente exhibida. Esto ha llevado a acalorados argumentos concernientes a los derechos de las personas mostradas y la naturaleza de las imágenes y videos del sitio. Ejemplos de esto fue en el mes de Septiembre de 2002 y 2005, fotos muy gráficas de las víctimas del Huracán Katrina fueron puestas en línea, sin el consenso de las familias. También había fotos de los tristemente célebres “saltadores” del 11 de Septiembre. En Agosto de 2005 la Jugendschutz alemana contactó a la compañía de telecomunicaciones local debido a Ogrish, cuya dirección IP fue bloqueada en Alemania. Otros paises afectados por el bloqueo fueron: Paises Bajos, Francia, Polonia, Italia y Suiza. El Grupo de Protección al Menor afirma que el proveedor violaba la legislación alemana que insta a los sitios web a verificar la edad de sus visitantes antes de garantizarles acceso a contenido para adultos. Cuando aparecieron imágenes y videos de los atentados a trenes en Madrid en Ogrish, el sitio fue bloqueado en España y se ordenó que sea quitado de línea. Estas órdenes no tuvieron efecto. Sumada a la regular actualización de la página gracias a colaboraciones como videos, Ogrish también ofrecía un foro, blog y wiki. Anteriormente ofrecía servicio de suscripción a sus archivos, pero el servicio fue descontinuado a principios de Julio por razones desconocidas. En Febrero de 2005, Ogrish comenzó a publicar Ogrish Mag, una revista presentando imágenes y artículos similares a los del sitio. A principios de 2006, por primera vez desde sus comienzos, Ogrish.com cambió su diseño por un trazado más limpio de mayor velocidad en la carga. El diseño previo era muy oscuro y gráficamente intenso, y presentaba dos manos ensangrentadas y una leyenda que rezaba: “Can you handle life?” (Traducido sería:” ¿Puedes sobrellevar la vida?”). El diseño actual es más simple y dice “Uncovering reality” (“Destapando la realidad”). En Abril de 2006 Ogrish.com, introdujo un servicio de Podcast y agregó un nuevo foro llamado Underground Media; los miembros podrán ver más material allí. Ogrish.com recibía típicamente entre 150,000 y 200,000 visitas por día, sin embargo durante momentos de “mala noticias” el número de visitantes alcanzaba los 750,000 por día. El nombre del sitio deriva de la palabra arcaica en inglés “Ogrish”, de acuerdo al FAQ de la página, “ogrish” u “ogreish” es definido por viejos diccionarios como gigante monstruoso de leyendas y cuentos de hadas que devoraba seres humanos y se refiere también a las personas crueles, brutales o malignas.
Fuente:
Taringa.net
Wikipédia

miércoles, 14 de enero de 2009

El Zodíaco

El Asesino del Zodíaco fue un aseino en serie que actuó en el Norte de California durante 10 meses desde finales de los años 60. Él mismo eligió su nombre en una serie de cartas amenazantes que envió a la prensa hasta 1974. En sus misivas incluyó cuatro criptogramas, de los cuales tres todavía no han sido descifrados.
El Zodíaco, como él mismo se denominaba, asesinó a cinco víctimas conocidas en Benicia, Vallejo, Lake Berryessa, y San Francisco entre diciembre de 1968 y octubre de 1969. Las víctimas elegidas para atacar fueron cuatro hombres y tres mujeres de edades entre los 16 y los 29 años.
La identidad del asesino sigue siendo una incógnita. El Departamento de Policía de San Francisco declaró la investigación "inactiva" en abril de 2004 y reabrió el caso en marzo de 2007.

Víctimas
Comprobadas
Aunque el zodiaco afirmó en sus cartas enviadas a los diarios, que había asesinado a 37 personas, los investigadores le acreditaron solamente 7 víctimas canónicas de las cuales dos sobrevivieron. Ellos son:
David Arthur Faraday, 17 años y Betty Lou Jensen, 16 años, muertos por arma de fuego el 20 de diciembre de 1968 en Lake Herman Road en las cercanías de los límites de la ciudad de Benicia.
Michael Renault Mageau, 19 años, y Darlene Elizabeth Ferrin, 22 años, acribillados el 4 de julio de 1969 en Blue Rocks Springs en un campo de golf a las afueras de Vallejo. Darlene murió recibiendo primeros auxilios, en el Hospital Kaiser Foundation, mientras que Michael sobrevivió.
Bryan Calvin Hartnell, 20 años, y Cecilia Ann Shepard, 22 años, apuñalados el 27 de septiembre de 1969 en lo que en la actualidad es denominado "La isla del Zodiaco" en Lake Berryessa ubicado en el Condado Napa; Hartnell sobrevivió a seis puñaladas en la espalda, pero Shepard murió a causa de sus heridas, dos días después, en el Hospital Queen of Valley en Napa.
Paul Lee Stine, 29 años, muerto por arma de fuego el 11 de octubre de 1969 en Presidio Heights en San Francisco.

Posibles víctimas
Otras personas han sido identificadas como víctimas potenciales del Zodiaco, aunque las evidencias no son concluyentes y no todas son aceptadas como víctimas de este asesino. Las más conocidas son:
Robert Domingos, 18 años y Linda Evans, 17 años, asesinados por arma de fuego el 4 de junio de 1963 en una playa cercana a Lompoc California. Evans y Domingos fueron considerados posibles víctimas debido a las similitudes de su ataque con el de Lake Berryesa.
Cheri Jo Bates, 18 años, muerta por arma blanca, casi decapitada el 30 de octubre de 1966 en Riverside Community College en Riverside, California. La posible conexión de la muerte de Bates con el Zodiaco se dio 4 años después a partir de un tip recibido por el reportero Paul Avery del San Francisco Chronicle sugiriéndole ciertas similitudes entre los asesinatos cometidos por el Zodiaco y las circunstancias que rodearon a la muerte de Bates.
Kathleen Johns, 22 años, secuestrada el 22 de marzo de 1970 en la carretera 132 al oeste de Modesto California. Johns escapó del auto de un hombre que la conducía a ella y a su pequeña hija por las calles entre Stockton y Patterson durante casi tres horas. Según su versión, un hombre echó sus luces insinuándole que se parara, el sujeto le dijo que su llanta trasera estaba floja, el individuo supuestamente se la "arregla" para después seguir su camino, Kathleen continúa pero su llanta se zafa, después supuestamente otro hombre se para para ofrecerle ayudarla y llevarla a la gasolinera más cercana, ella acepta, pero regresa a su auto por su hija, el sujeto le dice que no sabía que tenía un bebé, ella le responde que si tenía algún problema con ello, el le responde "No, de hecho mientras más, mejor", a pesar de toparse con una gasolinera en el camino, el sujeto sigue sin detenerse, le pide aventar a su pequeña hija por la ventana. Después de escapar se dirigió a la Estación de Policía ubicada en Patterson, donde, ella vio el cartel de denuncia con el retrato robot del Zodiaco, identificándolo como su secuestrador.
Donna Lass, 25 años, vista por última vez el 26 de septiembre de 1970 en South Lake Tahoe, California. Una postal con una dirección, Condominios Forrest Pines, anotada al reverso fue recibida en el Chronicle el 22 de marzo de 1971, y fue interpretada por algunos como una afirmación del Zodiaco de llevar 13 víctimas; Lass debería haber sido la decimocuarta y no la que indicaba la postal. Por lo cual no fue relacionada concluyentemente al asesino, el cuerpo de la mujer no fue encontrado, no se condujo investigación oficial, debido a desacuerdos de tipo jurisdiccional entre la policía de South Lake y la Oficina del Sheriff, y no se sabe aún si el crimen fue cometido.

Cronología
Lake Herman Road
El Asesino del Zodiaco atrajo la atención de la policía por el aparente asesinato aleatorio de Betty Lou Jensen y David Faraday el 20 de diciembre de 1968, justo en los limites de la ciudad Benicia en California.
La pareja celebraba su primera cita y tenían planeado asistir a un concierto navideño en Hogan High a unas cuantas manzanas de la casa de Jensen, pero en lugar de ello decidieron visitar a un amigo y se detuvieron en un restaurante local.
Aproximadamente a las 10:15 pm Faraday y Jensen se estacionaron en un cruce en Lake Herman Road. A los pocos momentos el Zodiaco se incorporó al cruce y se estacionó al lado de ellos. Por lo menos un testigo presencial paso por ahí tiempo después y vio a ambos vehículos pero no vio a nadie dentro de ellos. Momentos después escuchó lo que le pareció el sonido de un disparo, pero no estaba seguro dado que traía la radio encendida.
El Zodiaco disparó en contra de Faraday sólo una vez a la cabeza y 5 veces a la espalda de Jensen quien intentó huir. Sus cuerpos fueron encontrados minutos después por Stella Borges, quien vivía cerca de ahí. Dio aviso al Capitan Daniel Pitta y al Oficial William T Warner. El Detective, Sargento Les Lundblad de La Oficina del Sheriff del Condado Solano investigó el crímen, pero no se encontraron pistas sólidas.

Blue Rock Springs
Darlene Ferrin y Michael Mageau fueron agredidos con arma de fuego alrededor de la medianoche, entre el 4 y 5 de julio de 1969 en el estacionamiento de un campo de golf en Blue Rock Springs en Vallejo, a cuatro millas de distancia del sitio del crimen en Lake Herman Road. Mientras se encontraban sentados dentro del coche de Ferrin, otro coche apareció en el lugar y aparcó al lado de ellos, después se alejó casi inmediatamente para regresar 10 minutos después. El Zodiaco se estacionó detrás de ellos para evitar que escaparan, se acercó al lado de la puerta del conductor con una linterna para cegarlos. Entonces disparó con una pistola Luger 9 mm.
A las 12:40 am del 5 de julio de 1969 una llamada anónima efectuada por un hombre, informó al Departamento de Policía de Vallejo el suceso y afirmó ser el responsable de dicho ataque. También se adjudicó la responsabilidad del asesinato de Jensen y Faraday perpetrado seis meses y medio atrás. La policía rastreó la llamada, que provenía de un teléfono público localizado en una estación de servicio ubicada en las calles Springs y Toulomne, a media milla (aproximadamente) del hogar de Ferrin y a sólo unas cuantas calles de la Oficina de Sheriff en Vallejo.
Ferrin fue declarada muerta en el hospital. Mageau sobrevivió al ataque a pesar de haber recibido disparos en el rostro, el cuello y el pecho.
Ferrin fue camarera en el Terry's Waffle House en Vallejo. En el libro "Zodiaco" de Robert Graysmith, publicado 17 años después del crimen, una historia no corroborada, circuló argumentando que Zodiaco era un cliente regular y admirador de Ferrin; el libro afirma que ella conocía a Zodiaco y también sabía que era responsable de los homicidios de Lake Herman Road (y quizás de otros) y por ello la asesinó para evitar ser denunciado a la policía o porque tal vez ella lo estaba chantajeando a cambio de su silencio. Estos argumentos no tienen fundamento y conducen directamente al argumento del filme de 1971 "The Zodiac Killer", la novela "The Zodiac Killer" por Jerry Weissman (1979), y una historia escrita el 4 de mayo de 1981 en el Chronicle por Bill Wallace. Los detectives John Lynch y Ed Rust del Departamento de Policía de Vallejo, inicialmente investigaron el crimen. El detective Jack Mulanax retomó el caso en los años setenta.

Comienzan las cartas de Zodiaco
El símbolo reticular usado por el Zodiaco para firmar sus cartas.


El 1 de agosto de 1969, tres cartas preparadas por Zodiaco fueron recibidas en el Vallejo Times Herald, el San Francisco Chronicle y el San Francisco Examiner. Las cartas casi idénticamente escritas tomaban crédito de los tres asesinatos y la tercera parte también incluía un criptograma con un total de 360 caracteres los cuales se afirmaba contenían su identidad. Zodiaco exigió que fuesen impresas en primera plana o de lo contario iniciaría una juerga asesina y mataría una docena de personas ese fin de semana. Los asesinatos anuciados no ocurrieron, y las tres cartas fueron finalmente publicadas.
El 4 de agosto de 1969, otra carta fue recibida en el San Francisco Examiner con un saludo, "Querido editor el Zodiaco al habla". La carta fue en respuesta al Jefe Stiltz de Vallejo quien le había pedido más detalles para probar que era realmente el asesino de Faraday, Jensen y Ferrin.
El 8 de agosto de 1969, Donald y Bettye Harden de Salinas California descifraron el criptograma el cual no contenía el nombre del Zodiaco. El mensaje escrito se lee: (incluye faltas de ortografía en inglés)
I LIKE KILLING PEOPLE BECAUSE IT IS SO MUCH FUN IT IS MORE FUN THAN KILLING WILD GAME IN THE FORREST BECAUSE MAN IS THE MOST DANGEROUS ANIMAL OF ALL TO KILL SOMETHING GIVES ME THE MOST THRILLING EXPERENCE IT IS EVEN BETTER THAN GETTING YOUR ROCKS OFF WITH A GIRL THE BEST PART OF IT IS THAT WHEN I DIE I WILL BE REBORN IN PARADICE AND ALL THE I HAVE KILLED WILL BECOME MY SLAVES I WILL NOT GIVE YOU MY NAME BECAUSE YOU WILL TRY TO SLOI DOWN OR STOP MY COLLECTING OF SLAVES FOR MY AFTERLIFE EBEORIETEMETHHPITI
Traducción:
"ME GUSTA MATAR GENTE PORQUE ES MUCHO MÁS DIVERTIDO QUE MATAR ANIMALES SALVAJES EN EL BOSQUE, PORQUE EL HOMBRE ES EL ANIMAL MÁS PELIGROSO DE TODOS. MATAR ALGO ES LA EXPERIENCIA MAS EXCITANTE, ES AUN MEJOR QUE ACOSTARSE CON UNA CHICA, Y LA MEJOR PARTE ES QUE CUANDO ME MUERA VOY A RENACER EN EL PARAÍSO Y TODOS LOS QUE HE MATADO SERÁN MIS ESCLAVOS. NO DARÉ MI NOMBRE PORQUE USTEDES TRATARAN DE RETRASAR O DETENER MI RECOLECCIÓN DE ESCLAVOS PARA MI VIDA EN EL MÁS ALLÁ EBEORIETEMETHHPITI".
El significado de los últimos dieciocho símbolos no fue determinado. En el programa de televisión "Misterios sin resolver"(Unsolved Mysteries), conducido por Robert Stack, se sugirió que los dieciocho símbolos finales eran el Asesino del Zodiaco firmando su carta con el nombre Theodore Kaczynski

Lago Berryesa

El 27 de septiembre de 1969, Bryan Hartnell y Cecilia Shepard se encontraban merendando a las orillas del Lago Berryessa, en una pequeña isla conectada por una vereda arenosa a Twin Oak Ridge. Un hombre se les acercó usando una capucha de verdugo negra con gafas de sol sobre los agujeros de los ojos y una especie de babero colocado en el pecho con un símbolo de apariencia reticular de unos 7.5cm X 7.5 cm de área. Se aproximó a ellos con una pistola en la mano, Hartnell cree que se trataba de una 45.El encapuchado afirmó ser un convicto fugitivo de Deer Lodge (Montana), en donde había matado a un guardia y también había robado un coche, y les explicó que necesitaba su vehículo para ir a México.Traía consigo unas cuerdas de plástico para tender la ropa, previamente cortadas, y le pidió a Shepard amarrar a Hartnell antes de ser atada ella misma. El atracador revisó los nudos de Hartnell y los apretó tras descubrir que ella los había dejado flojos. Hartnell creyó que se trataba de un robo raro, pero el hombre sacó un cuchillo y los apuñaló a ambos. Entonces recorrió los 500 metros hasta Knoxville Road y dibujó el símbolo reticular en la puerta del auto de Hartnell y al lado escribió: Vallejo 12-20-68,7-4-69,Sept27-69-6:30 by knife.
A las 7:40pm, el hombre llamó a la Oficina del Sheriff del Condado Napa desde un teléfono público para denunciar su crimen. El teléfono fue encontrado aún descolgado minutos después en el Servicio de lavado de autos Napa en Main Street, por el reportero de Radio KVON Pat Stanley, sólo a unas manzanas de la Oficina del Sheriff y a 40 kilómetros de la escena del crimen. Los detectives fueron capaces de tomar la huellas digitales aún frescas del teléfono pero no lograron hacerlas coincidir con las de ningún sospechoso.
Un hombre y su hijo que se encontraban pescando en una ensenada próxima, descubrieron a las víctimas al escuchar sus gritos pidiendo ayuda, la cual fue suministrada por unos rangers(policías forestales) del Condado de Napa. Dave Collins y Ray Land fueron los primeros representantes de la ley en llegar a la escena del crimen. Ambos oficiales se encontraban a corta distancia del sitio. Collins se encontraba en su coche patrulla en el área de Vichy Springs a casi treinta kilómetros de allí, mientras que Land se encontraba en Santa Helena. Cecilia Shepard estaba aún consciente cuando Collins llegó, por lo que le proporcionó una descripción del atacante. Hartnell y Shepard fueron trasladados en ambulancia al Hospital Queen Valley ubicado en Napa. Shepard entró en coma durante el trayecto al hospital y nunca recuperó la consciencia, murió dos días después, pero Hartnell sobrevivió para contar su historia a la prensa. El Detective y Sheriff del Condado Ken Narlow, quien estaba asignado al caso desde el inicio, trabajó intentando resolver el crímen hasta su retiro del departamento de policía en 1987.

Presidio Heights
El 11 de octubre de 1969 un hombre abordó el taxi de Paul Stine en el cruce de las calles Mason y Geary en San Francisco y le pidió que lo llevara a las calles Maple y Presidio Highs. Por razones desconocidas, Stine fue hasta una calle más adelante, calle Cherry, el hombre le disparó a la cabeza con un arma calibre 9mm, entonces agarró las llaves de su auto y su cartera, y le quitó la camisa. Fue visto por tres adolescentes que estaban del otro lado de la calle a las 9:55 pm, quienes llamaron a la policía mientras el crímen se desarrollaba, los jóvenes observaron al hombre limpiando el taxi y después que caminaba una manzana hacia el norte. La policía llegó minutos despùes, y los jóvenes testificaron explicando que el asesino aún se encontraba cerca.
Dos manzanas adelante de la escena del crimen, el oficial Don Fouke, quien también había respondido a la llamada de auxilio, observó a un hombre blanco caminando por la acera y que después subía una escalera que conducía a una casa ubicada en el lado norte de la calle; el encuentro duró solamente cinco o quizá diez segundos. Su compañero, Eric Zelms, no vio al hombre. La radio les alertó para buscar a un sospechoso de piel negra y no un individuo caucásico, así que no tuvieron motivo para detener al hombre y pasaron al lado de él sin detenerse; la confusión en las descripciones ha permanecido sin explicación hasta nuestros días. Cuando llegaron a la calle Cherry, Fouke fue informado de que estaban en efecto buscando a un sospechoso blanco; Fouke se dio cuenta de que habían pasado al lado del asesino; Fouke concluyó que el Zodiaco había retomado su ruta original y había escapado hacia donde se encuentra Fuerte Presidio, se dieron a la tarea de buscarlo pero el asesino desapareció. La búsqueda continuó no se encontró nada. Los tres adolescentes testigos trabajaron con un criminalista para elaborar un retrato robot del asesino de Stine, y a los pocos días regresaron para la elaboración de un segundo retrato hablado. La edad del Zodiaco fue estimada entre 35 o 45 años de edad. Los Detectives Bill Amstrong y Dave Toschi fueron asignados al caso. El departamento de Policía de San Francisco al final investigó y estimó por lo menos 2500 sospechosos en un periodo de años.
En octubre 14 de 1969, el Chronicle recibió una carta más de el Zodiaco, esta vez conteniendo una muestra de la camisa de Paul Stine, como prueba de que él era el asesino, también contenía una amenaza de que dispararía en una escuela para niños. Fue entonces cuando la policía supo que era a quien habían estado buscando algunas noches antes en Presidio Heights.
A las 2:00 am del 20 de octubre de 1969 alguien afirmó que el Zodiaco había llamado al Departamento de Policía de Oakland exigiendo que uno de los dos prominentes abogados, F. Lee Bailey o Melvin Belli, apareciesen en el Show televisivo de mesa de exposiciones de Jim Dunbar por la mañana. Bailey no pudo asistir, pero Belli se presentó en el programa. Dunbar pidió a los telespectadores mantener las líneas telefónicas abiertas, y entonces, alguien afirmando ser el Zodiaco llamó varias veces y dijo que su nombre era Sam. Belli aceptó encontrarse con él en Daly City, pero el sospechoso nunca apareció. Los Oficiales de Policía que anteriormente habían escuchado al Zodiaco escucharon la voz de "Sam" y concluyeron que él no era el Zodiaco. LLamadas subsecuentes que el sospechoso hizo a Belli fueron rastreadas y provenían del Hospital Estatal de Napa, en donde se supo que "Sam" era un enfermo mental.
El 8 de noviembre de 1969 el Zodiaco envió otra misiva con un criptograma consistente en 340 caracteres. El 9 de noviembre del mismo año, envió otra carta de siete páginas en la cual aseguraba que dos policías lo detuvieron y hablaron con él por espacio de tres minutos, después de haber disparado en contra de Stine. Extractos de la carta fueron publicados en el Chronicle en noviembre 12, incluyendo la declaración del Zodiaco; ese mismo día, Don Fouke escribió un memorandum explicando lo que había sucedido esa noche. Los 340 caracteres nunca fueron descifrados. Muchas soluciones posibles fueron sugeridas, pero no fueron aceptadas ya que se alejaban de las convenciones de codificado.
El 20 de diciembre de 1969, el Zodiaco le envió una misiva a Belli incluyendo una muestra más de la camisa de Stine, el Zodiaco afirmó que quería que Belli lo ayudara.

Modesto
Durante la noche del 22 de marzo de 1970, Katheleen Johns estaba yendo en su auto de San Bernardino a Petaluma para visitar a su madre. Estaba embarazada de siete meses y llevaba al lado a su hija de 10 meses de edad. Mientras se dirigía hacia la carretera 132 cerca de Modesto, un auto detrás de ella comenzó a tocar el claxon y a encender y apagar las luces; ella abandonó el camino y se detuvo. El hombre del auto también se detuvo detrás de ella, comentándole que su neumático derecho trasero se estaba tambaleando, y se ofreció para apretar las tuercas. Después de terminar la maniobra, el hombre se alejó y cuando Johns inició la marcha, la llanta se desprendió del auto. El hombre se detuvo, retrocedió y se ofreció para conducirlas a la próxima gasolinera por ayuda. Ella y su hija subieron al auto. Pasaron cerca de varias estaciones de servicio pero el hombre no se detuvo. Durante tres horas aproximadamente las llevó por distintos sitios por las calles de Tracy, y cuando ella le pregunto porque no se detenía, eludió la respuesta.
Cuando el hombre se detuvo en una intersección, Johns saltó del auto junto con su hija y se ocultaron en un campo. El individuo salió del auto para buscarlas, pero cuando un camionero llegó a la escena el secuestrador de Johns escapó. Johns pidió ayuda para viajar a la estación de policía ubicada en Patterson. Mientras presentaba su denuncia al sargento de servicio, advirtió la presencia del retrato robot del asesino de Paul Stine y lo reconoció como el plagiario de ella y su hija. El oficial mantuvo bajo custodia a Johns en el restaurante Mil's en la oscuridad. Su auto fue hallado incendiado y destrozado.
Hay muchas inconsistencias en el secuestro de Johns; las afirmaciones de que el individuo había amenazado con matarlas mientras manejaba, son discutidas al menos por un informe policial. Johns contó su historia a Paul Avery del Chronicle indicando que su secuestrador abandonó el auto y las buscó en la oscuridad con una linterna; sin embargo en los dos testimonios que dio a la policía aseguró que el tipo no se bajó del vehículo. Algunos testimonios mencionan que el vehículo de Johns fue movido e incendiado posteriormente, mientras que otros contrarios afirman que el auto permaneció en donde Johns lo había dejado.
Las diversas discrepancias entre las versiones de Johns han llevado a los investigadores a cuestionar si ella efectivamente fue una víctima del Zodiaco.

Comunicados adicionales
El Zodiaco continuó comunicándose con las autoridades el resto del año 1970 a través de cartas y tarjetas postales dirigidas a la prensa. En una carta fechada el 20 de abril de 1970, el Zodiaco escribió, "Mi nombre es [____]" seguido de 13 caracteres cifrados. El Zodiaco indicó que él no era responsable del reciente ataque por bomba a la estación de Policía en San Francisco (refiriéndose a la muerte del Sargento Brian McDonnell en Park Station en el Golden Gate Park, acaecida el 18 de febrero de 1970) pero añadió: "Hay más gloria en matar a un policía que a un cid [sic] porque un policía puede disparar en respuesta". La carta incluía el diagrama de una bomba que el Zodiaco afirmaba usaría para volar un autobus escolar. Al reverso del diagrama, escribió." = 10, SFPD (Departamento de Policía de San Francisco) = 0"
Zodiaco envió una tarjeta de felicitación sellada el 28 de abril de 1970 dirigida al Chronicle. El texto escrito en la carta decía: "Espero que ustedes gocen cuando tenga mi EXPLOSION" seguido por la firma del círculo cruzado del Zodiaco. Al reverso de la carta, amenazó con usar su bomba en un autobús muy pronto, a menos de que el diario publicara detalladamente sus escritos. También deseaba ver a la gente comenzando a usar "algunos agradables botones Zodiaco"auto estacionado con una 38mm. Se ha propuesto que Zodiaco se refería al asesinato del Sargento Richard Radetich ocurrido una semana antes el 19 de junio a las 5:25 AM, Radetich se encontraba con la carta estaba un mapa de la Bahía de San Francisco distribuido por la compañía Phillip 66. En la imagen del Monte Diablo, el Zodiaco dibujó un círculo cruzado similar al que incluía en sus cartas previas. En la parte superior del símbolo reticular, colocó el número cero, luego un tres, un seis y un nueve por lo que la anotación parecía más bien a la carátula de un reloj. Las instrucciones adjuntas señalaban que el cero "está para fijar la Magnitud Norte". la carta también incluyó 32 letras cifradas que el asesino afirmó debería estar en conjunción con el código, que conduciría a la localización de una bomba que el había enterrado y que estallaría en el otoño. (La bomba jamás fue hallada. El asesino firmó la nota con " = 12, SFPD = 0".
En una misiva enviada al Chronicle sellada el 24 de julio de 1970 el Zodiaco se ajudicó el secuestro de Katheleen Johns, cuatro meses después del incidente.

En su carta del 26 de julio de 1970, el Zodiaco parafraseó una canción de El Mikado, añadiéndole su propia letra acerca de hacer una "pequeña lista" de las maneras en que planeaba torturar a sus "esclavos" en el "paraíso". La carta fue firmada con un exageradamente enorme símbolo del círculo cruzado y una nueva puntuación: " = 13, SFPD = 0". Una nota final al reverso de la carta indicaba "P.D. El código de Diablo refiere Radianes +# pulgadas por radianes". En un examen detallado del "indicio radian" el investigador Gareth Penn condujo al descubrimiento de un ángulo radian que siguiendo las instrucciones del Zodiaco al colocarlo sobre el mapa apuntaba a dos sitios en los que Zodiaco había atacado.

Riverside
El 27 de octubre de 1970, el reportero del Chronicle, Paul Avery (quien había estado cubriendo el caso del Zodiaco) recibió una postal de Halloween firmada con una letra 'Z' y el símbolo reticular. Escrito a mano al reverso de la tarjeta se encontró la anotación: "Peek-a-boo, está condenado", la amenaza fue tomada seriamente y la historia recibió primera plana en el Chronicle. Poco después Avery recibió una carta anónima alertándolo de las similitudes entre las actividades del Zodiaco y los crímenes no resueltos de Cheri Jo Bates, el cual había ocurrido cuatro años antes en el colegio citadino de Riverside California en el área de Los Angeles, a más de 400 millas del sur de San Francisco. Paul reportó sus hallazgos en el Chronicle en noviembre 16 de 1970.
El 30 de octubre de 1966, Bates pasaba la tarde en el anexo de la biblioteca del campus hasta que se cerró a las 9 pm. Vecinos informaron que escucharon un grito cerca de las 10:30 pm. Bates fue encontrada muerta al día siguiente a corta distancia de la biblioteca entre dos casas abandonadas en proceso de demolición debido a la renovación de instalaciones del campus. Los cables del distribuidos de su Volkswagen habían sido desconectados. Fue brutalmente golpeada y acuchillada hasta matarla. Un reloj de pulsera de hombre de la marca Timex con la correa rota fue hallado cerca. El reloj se había detenido a las 12:24, pero se cree que el ataque ocurrió mucho antes. También se descubrieron huellas de calzado de tipo militar.
Un mes después en el 29 de noviembre de 1966, cartas escritas a maquina casi idénticas fueron enviadas a la Policía de Riverside y a la Riverside Press Enterprise tituladas "La confesión", el autor aseguró ser responsable del asesinato de Bates, proporcionando detalles del crimen no revelados al público, y advirtió que Bates "no es la primera y no será la última".
En diciembre de 1966, fue descubierto un poema tallado en la parte inferior de un escritorio de la biblioteca del colegio de Riverside titulado: "Enfermo de vivir/indispuesto para morir", el lenguaje del poema y la escritura se parecía a la de las cartas del Zodiaco. Fue firmado con lo que serían las iniciales "rh". Sherwood Morril, analista de los documentos cuestionados, externó su opinión de que el poema fue escrito por el Zodiaco.
El 30 de abril de 1967 seis meses después del homicidio de Bates, Joseph, tanto el padre de Cheri como el diario Press- Enterprise, y la policía de Riverside, recibieron cartas casi idénticas. Garabateado a mano, el texto de las copias enviadas al Press Enterprise y a la Policía decía: "Bates tenía que morir, habrá más", con un pequeño garabato que parecía la letra 'Z'. La copia enviada a Joseph Bates decía: "Ella tenía que morir, habrá más" sin la "firma" 'Z'.
El 13 de marzo de 1971, casi cuatro meses después de haber sido publicado -por Paul Avery- el primer artículo sobre Bates el Zodiaco envió una carta al diario Los Angeles Times, en la cual otorgaba el mérito a la policía en lugar de Avery por el descubrimiento de su "actividad en Riverside, pero sólo están encontrando los fáciles, hay una cantidad terriblemente mayor atrás."
La conexión entre Cheri Jo Bates, de Riverside, y el Zodiaco es incierta. El Departamento de Policía de Riverside sostiene que el homicidio de Bates no fue cometido por el Zodiaco, pero conceden autenticidad a algunas cartas que posiblemente son obra suya clamando un crédito falsamente ajudicado.

Lago Tahoe
El 22 de Marzo de 1971, una postal fue enviada al chronicle dirigida a "Paul Averly" (más bien a Paul Avery), presuntamente del Zodíaco aparentemente autoajudicándose la desaparición de Donna Lass ocurrida en South Lake Tahoe, California el 26 de septiembre de 1970. Confeccionada de un collage de anuncios y de letras de revista representó una escena de un bosque de pinos y el texto "Sierra Club" "buscando víctima 12" "La mirada por los pinos" "paso áreas de Lake Tahoe" "alrededor en la nieve". El símbolo del zodíaco el círculo cruzado estaba en el espacio para la dirección del remitente. Lass era una enfermera en el hotel y casino Sahara Tahoe, trabajó hasta las 2:00 am,el 26 de septiembre, habiendo tratado a su último paciente a la 1:40 am y no se le vio abandonar su oficina. A la mañana siguiente, su uniforme de trabajo y sus zapatos fueron encontrados en una bolsa de papel en su oficina, inexplicablemente sucios de tierra. Su coche fue hallado en el complejo de apartamentos y el piso donde vivía estaba limpio. Después ese día, tanto su jefe como su arrendador recibieron llamadas telefónicas de un desconocido quien afirmó falsamente que Lass había tenido que dejar la ciudad debido a una emergencia familiar. La policía y los Sheriffs locales inicialmente trataron la desaparición de Lass como un simple caso de investigación de persona desaparecida, sospechando que simplemente se había marchado. Lass nunca fue hallada, Lo que parecía una tumba fue descubierta cerca de Claire Tappan Lodge en Norden California en terrenos de Sierra Club pero al excavarla sólo se encontró un par de anteojos para el sol.

Santa Barbara
En una historia aparecida en el Vallejo Times Herald el 13 de noviembre de 1972, el Sheriff y Detective Bill Barker teorizó que el asesinato de una joven pareja perpetrado en el Condado Santa Barbara habría sido obra del Zodiaco.
El 4 de junio de 1963 (cínco años y medio antes del primer asesinato conocido, efectuado por el Zodiaco en Lake Herman Roads), el estudiante de preparatoria Robert Domingos y su novia Linda Edwards, fueron tiroteados en una playa cercana a Lompoc California, habiéndose ausentado de la escuela ese día debido a una tradición entre los estudiantes estadounidenses llamada "Senior Ditch Day". La Policía creyó que el agresor intentó atar a las víctimas, pero cuando lograron liberarse para huir, el individuó les disparó en varias ocasiones en la espalda y el pecho con un arma calibre 22. Entonces colocó los cuerpos en una pequeña cabaña e intentó infructuosamente incendiarla.
Algunos creen que los asesinatos de Domingos y Edwards son obra del Zodiaco a partir de las similitudes entre este caso y el ataque del asesino efectuado en Lago Berryessa.

Las cartas finales
Después de la postal de los "Pinos" el Zodiaco permaneció en silencio aproximadamente tres años, tras los cuales el Chronicle recibió una carta del Zodiaco sellada el 29 de enero de 1974, elogiando al film El Exorcista como "la mejor comedia satírica que había visto". La carta incluía un verso del The Mikado, y un símbolo en el fondo que aún no ha sido explicado por los investigadores. El Zodiaco concluye la carta con un nuevo "marcador"," Me (Yo) = 37, SFPD = 0".

El Chronicle recibió otra carta sellada el 14 de febrero de 1974, informando al editor que las iniciales para el Ejército Simbiótico de Liberación deletreadas en Nórdico antiguo significaban "mata". Sin embargo, el manuscrito no fue autentificado como del Zodiaco.
Otra carta recibida en el Chronicle, sellada el 8 de mayo de 1974, presentaba una queja de que el film Badlands era una "glorificación del asesinato" y pedía al diario retirar la publicidad de la película, firmando solamente "Un ciudadano". La letra, el tono, y la ironía superficial son similares a las comunicaciones previas de Zodiaco.
El Chronicle recibió una carta anónima sellada el 8 de julio de 1974, quejándose de uno de sus columnistas, Marco Spinelli. La carta fue firmada por "el fantasma rojo ( rojo, con rabia)". La autoría de Zodiaco es aún debatida. Otros cuatro años pasaron sin comunicación -supuesta o verificada- del Zodiaco. Una misiva del 24 de abril de 1978, inicialmente fue dada por auténtica, pero declarada una farsa por otros tres expertos tres meses después. Sin embargo en años recientes, la carta ha sido considerada por algunos departamentos como auténtica. Se creyó que Toschi, el detective de homicidios del Departamento de Policía de San Francisco, quien ha estado en el caso desde la muerte de Stine, fue el autor de la carta. El autor Armistead Maupin la cree como la carta de un "fan" que él recibió en 1976 y cree que es de Toschi. Mientras que admitió el haber escrito la correspondencia fan, Toschi negó la carta del Zodiaco y quedó libre de cargos. La autenticidad de la carta permanece en cuestión.
El 3 de marzo del 2003, se reportó que una tarjeta postal navideña enviada al Chronicle, sellada en 1990 en Eureka California fue descubierta en sus archivos de fotos por el asistente editorial David King. Dentro del sobre junto a la tarjeta postal estaba la copia fotostática de 2 llaves del Servicio Postal de los Estados Unidos en un llavero magnético. El manuscrito en el sobre parece la huella del Zodiaco, pero fue declarada no-auténtica por el analista forense Lloyd Cunningham. No obstante, no todos los expertos en el tema están de acuerdo con él análisis. No hay dirección del remitente o su firma" (el círculo cruzado) no está. La postal en sí no tiene más marcas. El Chronicle envió todo el material al Departamento de Policía de Vallejo para análisis posteriores.

Curso actual
Los últimos investigadores del Departamento de Policía de San Francisco fueron los inspectores de homicidios Michael N. Maloney y Kelly Carroll, ellos fueron los primeros en enviar evidencia de ADN del Zodiaco obtenido de las cartas para su análisis, el cual arrojó un perfil genético parcial. Las pruebas de ADN parecen haber excluido a su principal sospechoso, Arthur Leigh Allen, y después a Mike Rodelli, un prominente hombre de negocios quien vivía cerca de la escena del crimen de Paul Stine.
La policía de San Francisco marcó el caso como "inactivo" en abril del 2004, pero debido a la presión fue reabierto durante un tiempo antes de marzo del 2007 y enviaron evidencia de información genética para usar como prueba. A lo cual también, el caso permanece abierto en otras jurisdicciones.

Arthur Leigh Allen
Aunque muchas personas han sido indicados como posibles sospechosas de ser el Zodiaco por muchos años, solamente uno, Arthur Leigh Allen (18 de diciembre de 1933-26 de agosto 1992) fue investigado seriamente. En julio de 1971 un amigo de Allen reportó sus sopechas sobre él al Departamento de Policía de Manhattan Beach, y el reporte fue dirigido a la policía de San Francisco. Cuando fue interrogado después, Allen afirmó -sin haber sido preguntado- que los cuchillos ensangrentados que tenía en su auto el día del doble ataque en Lago Berryesa los había utilizado para matar pollos; y cuando se le cuestionó si había leído el libro "El juego más peligroso", respondió afirmativamente y dijo que lo había impresionado (esto interesó a la policía como la cifra de 408 carácteres que aparecen en el libro).
Allen fue el único sospechoso en el caso de quien la policía tenía alguna evidencia en contra, para ejecutar no sólo una sino tres garantías o autorizaciones para continuar con las indagatorias; en septiembre 14 de 1972; febrero 14 de 1991 y agosto 28 de 1992, dos días después de su muerte. Allen negó los cargos en su contra, pero había muchas evidencias circunstanciales en su contra.
La policía no encontró evidencia física para probar que Allen era el asesino del Zodiaco, y el Departamento de Policía de Vallejo eligío no presentar cargos en contra de él, a pesar de que fuese un delincuente sexual, y de las armas y los componentes explosivos hallados en su hogar siguiendo la investigación en 1991. Finalmente la escritura de Allen no empataba con la del Zodiaco, sus huellas dactilares tampoco guardaban semejanza, ninguna evidencia concreta que lo vinculara a las matanzas efectuadas por el Zodiaco fueron encontradas jamás, y la reciente prueba del DNA obtenido de las cartas no proporcionó dato, sin embargo, ni Vallejo ni la policía de San Francisco hallaron indicios de Allen después de las pruebas.


Informaciones de:

Wikipedia